
- Este historiador, escritor y activista argentino repasa el trasfondo de la actual desigualdad en la distribución de tierras: el expolio sufrido por los pueblos originarios por parte de los grandes terratenientes argentinos. [Leer entrevista]
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- Emma Gascó y Martín Cúneo (Publicado en Diagonal 151)
En 1963, el escritor, periodista e historiador de tradición anarquista Osvaldo Bayer sugirió en una charla en Rauch, una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires, que sus habitantes realizaran un plebiscito para cambiar de nombre el pueblo por el de Arbolito. La propuesta no hubiera despertado tanta polémica si el nombre original no hiciera referencia a uno de los militares que organizaron una de las primeras campañas contra los pueblos originarios y el de Arbolito, al indio ranquel que terminó con su vida. Tampoco hubiera sido tan polémica si el entonces Ministro del Interior no se llamara Juan Enrique Rauch, no fuera el bisnieto de aquel militar y no hubiera mandado a encarcelar a Bayer en cuanto volvió a la capital. Este episodio, entre tantos otros, habla del compromiso de Osvaldo Bayer con la memoria de los pueblos originarios. Así como con el movimiento obrero argentino, al que dedicó la mayoría de sus libros, como Los Vengadores de la Patagonia Trágica, investigación en la que se basó la película La Patagonia Rebelde, Los Anarquistas expropiadores o un ensayo sobre el anarquista italo argentino Severino Di Giovanni.
En 2008, Bayer escribió el guión de Awka Liwen, dirigido por Mariano Aiello y Kristina Hille, un documental sobre la distribución de la tierra en Argentina a partir del despojo de las tierras de los pueblos originarios. Entrevistamos a Osvaldo Bayer en su casa del barrio porteño de Belgrano, entre miles de libros, reconocimientos de colectivos sociales por su contribución a sus luchas y fotos como la de los primeros sindicatos anarquistas de la Patagonia.
DIAGONAL: ¿En qué ha cambiado Argentina desde la crisis de 2001?
OSVALDO BAYER: Con el matrimonio Kirchner en Argentina se han logrado cosas que antes parecían imposibles. Hay que reconocer que gracias a la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fue posible empezar a juzgar a los criminales de la dictadura por la desaparición de personas, cosa que no fue posible con los anteriores Gobiernos que tuvimos desde el ’83. En ese sentido tuvieron mucho coraje civil. Como también lo tuvieron con la eliminación de la ley de radiodifusión. Parece mentira que las democracias, con tal de no tocar los intereses de los diarios Clarín y La Nación, mantuvieran esa ley de la dictadura. Y los Kirchner lograron terminar con eso. Hasta ahora se ha hecho poco con respecto a la democratización de los medios, pero es un principio. También la devolución de los dineros de la jubilación al Estado, la recomposición de la Corte Suprema y muchas otras medidas que fueron dejadas de lado desde Alfonsín. No se logró todo lo que tendrían que haber hecho para democratizar el país, por eso hay que seguir empujando. Porque yo sostengo siempre que no hay verdadera democracia mientras haya niños con hambre. La semana pasada el gobernador de Misiones señaló que en el año pasado murieron 204 niños por falta de nutrición. En este país ni siquiera somos capaces de alimentar a nuestros niños. Tampoco hay una verdadera democracia mientras haya villas miseria, y cada vez son más grandes. Y no hay verdadera democracia mientras haya gente sin trabajo. Hay que reconocerles a los Kirchner haber dado pasos hacia una democracia, pero no hay todavía una verdadera democracia.D.: ¿Qué es lo que no ha cambiado en Argentina?
O.B.: Ningún Gobierno desde que comenzó la democracia en Argentina fue capaz de impulsar una reforma agraria, como sería necesario en este país. La única reforma agraria que ha habido es que los estancieros tuvieron muchos hijos y las herencias fueron repartiendo la tierra. Tampoco se han hecho medidas para defender la ecología del país. En ese sentido los Kirchner hicieron muy poco.D.: ¿Qué apoyos han conseguido los Kirchner?
O.B.: Tienen un apoyo popular muy grande. Se ha demostrado últimamente en las exequias de Kirchner. Yo, que tengo 83 años, puedo decir que éste ha sido el tercer sepelio más popular, más concurrido, después del de Perón y Evita. Sin embargo, Kirchner se ha apoyado también en cierta parte del sindicalismo no muy honrado, no muy honesto, presidido por Hugo Moyano, líder del sindicato CGT. Muchos sindicatos han caído últimamente en un estado mafioso y eso ha traído una enorme deshonestidad, el dominio de jefes, de bandas y de mafias.D.: ¿Cuál es el origen de la distribución de la tierra en Argentina?
O.B.: La distribución de la tierra se originó con las llamadas “campañas del desierto” sobre la tierra donde vivían los pueblos originarios. La mayor de esas masacres fue llevada a cabo por el general Julio A. Roca en 1879. La Sociedad Rural, creada por los estancieros del norte de la provincia de Buenos Aires en 1866, cofinanciaron la campaña. El ejército argentino marchó sobre los pueblos originarios y perpetró un verdadero genocidio. Roca reestableció la esclavitud en la Argentina, que había sido eliminada en 1813. Se puede leer en los diarios argentinos: “Hoy reparto de indios. A toda familia que requiera se le entregará un varón como peón, una china –en esos termino– como sirvienta o un chinito como mandadero”. Y se entregaron 42 millones de hectáreas a 1.800 estancieros integrantes de la Sociedad Rural. Al presidente de la Sociedad Rural, el señor José María Martínez de Hoz, se le entregaron 2.500.000 héctareas. Los Martínez de Hoz eran una familia de españoles que habían llegado al Virreinato del Río de la Plata cuando era de dominio español como traficantes de esclavos. Luego se convirtieron en una familia de poseedores del campo que todavía dominan la escena. Tanto es así que el ministro de Economía más famoso de la última dictadura militar era el bisnieto de aquel traficante de esclavos.D.: ¿Cuáles fueron las justificaciones para la “conquista del desierto”?
O.B.: Primero tildaron a los indios de ladrones diciendo que se llevaban las vacas. La Sociedad Rural pide que el Gobierno intervenga y el ministro de Guerra, Adolfo Alsina, dice que lo que ocurre es que los pueblos originarios no tienen sentido de la propiedad, que no saben que esas vacas pertenecen al señor Martínez de Hoz, al señor Dugan o al señor Smith, sino que creen que pertenecen a la naturaleza, que pueden tomarlas. Para luchar contra eso empiezan a construir la famosa zanja de Alsina, que consistía en una foso de cinco metros de profundidad y tres de ancho, desde el Atlántico a la cordillera de los Andes. Se hicieron más de 360 km de zanja. Pero los pueblos originarios tuvieron mala suerte. Murió Alsina y el presidente Nicolás Avellaneda nombró al general Roca, el mejor oficial de la guerra contra Paraguay, como Ministro de Guerra. Roca decide imitar la estrategia norteamericana: importar 10.000 Remington, el fusil de repetición, y terminar para siempre con los “salvajes”. Con apoyo de los grandes diarios de Buenos Aires, que antes nunca habían hablado contra los pueblos originarios, se inició una gran campaña diciendo que eran salvajes, que eran ladrones. El resultado de la campaña fueron 14.000 indios muertos y alrededor de 14.600 personas tomadas como esclavas, peones que irían a trabajar en las fortificaciones militares de la isla Martín García [en el Río de la Plata] o en la zafra del azúcar en la provincia de Tucumán. A las indias se las pone como sirvientas de las familias bien y se las separa de sus hijos. A los sobrevivientes se los aisló completamente, en las peores zonas. Las zonas de mejores tierras les fueron quitadas. Para los integrantes de los pueblos originarios que se salvaron empezó un periodo de indigencia, de mucha pobreza. Muchos de sus nietos forman parte de las villas miseria, donde son todos mestizos o descendientes de indios.D.: ¿Cómo se sigue enseñando la historia de esta época en Argentina?
O.B.: Los grandes héroes, además de los que lucharon en la independencia contra España, son los de la conquista del desierto. La enseñanza siguió igual en Argentina. A los pueblos originarios siempre se les tildó de salvajes y los héroes son Roca, Mitre o Sarmiento. Sarmiento era un racista insoportable. Se puede leer en sus escritos. Se canta en las escuelas “al más grande entre los grandes, Sarmiento inmortal”. Y él casi siempre hablaba de los “indios piojosos”, a pesar de que el tenía un 25% de sangre india a través de su madre. Roca tiene el monumento más grande de Buenos Aires. En la Patagonia, las calles principales se llaman Roca. Hace diez años hemos empezado con una campaña para cambiar esto y hemos logrado algunos triunfos. En algunos pueblos se han cambiado el nombre de la calle Roca por Pueblos originarios. Y ya hemos recolectado más de un millón de llaves de bronce para construir un monumento a la mujer originaria que reemplace al gran monumento de Roca.D.: Además de la famosa “campaña del desierto” de Roca, hubo otras después…
O.B.: En 1922, durante el Gobierno de Marcelo T. de Alvear se desencadenó una gran represión en el Chaco contra los tobas, con la muerte de 800 indios. Durante el Gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947, se produjo la famosa matanza de Rincón Bomba, donde fueron exterminadas 800 personas de la tribu pilagá, también en el Chaco. Y un año antes, en el primer año del Gobierno de Perón, se produjo el llamado Malón de la Paz, cuando 147 coyas marcharon desde el norte de Jujuy hasta Buenos Aires para reclamar sus tierras comunitarias. Perón los recibió en la casa de Gobierno, pero después los hizo encerrar en el hotel de inmigrantes, cosa que los indios tomaron a mal, porque ellos no son inmigrantes, ellos vivían en territorio argentino desde hace más de 13 siglos. Y después la gendarmería los metió en un tren de carga, los devolvió a Jujuy y nunca se les devolvieron sus tierras comunitarias. Es uno de los pecados de Perón.Orígenes del movimiento obrero argentino
D.: ¿Cuáles son los orígenes del movimiento obrero argentino?
O.B.: El país estaba vacío por las las guerras entre unitarios y federales y por el exterminio de los pueblos originarios. En un poco más de un cuarto de siglo vinieron dos millones de italianos y un millón de españoles a la Argentina, que van a conformar el nuevo proletariado. Y esos inmigrantes organizan los nuevos sindicatos y van a ser los nuevos indios, digamos ahora, perseguidos por Roca, que se había convertido en presidente. Roca promulga la Ley de Residencia, la 4.174, que es la más cruel de la legislación argentina, por la cual expulsaba a “todo obrero que practicara ideologías contrarias al ser nacional”. A pesar de eso se organizan las primeras sociedades de oficios varios. La mayoría de ideología anarquista, procedente de España y de Italia. La primera huelga es de los gráficos, en 1858.D.: ¿Se empiezan a conseguir las primeras conquistas laborales?
O.B.: Sí, son los que conquistan las ocho horas de trabajo. Pero los metalúrgicos trabajaban todavía diez horas por día en 1919 y por eso organizan la gran huelga que origina la matanza de la Semana Trágica, en tiempos de Yrigoyen. Y Roca también va a ser el primero que ordena la represión de una concentración obrera por el Primero de Mayo, en 1904. Se habían reunido 70.000 obreros en la Boca para hacer un acto y Roca ordena entrar a la policía y allí matan al primer mártir del movimiento obrero, el marinero Juan Ocampo, de 18 años. Los obreros lo toman sobre sus hombros, lo llevan al local de La Protesta, que era el diaro anarquista, y lo velan. A la noche, Roca ordena el allanamiento de La Protesta, destroza todo con la policía y se llevan el cuerpo. Es el primer desaparecido de la historia argentina. Y luego van a seguir las luchas obreras. Y verdaderamente uno se maravilla del coraje que tuvieron los sindicatos en todo el país. En 1905, las mujeres inmigrantes hacen una gran huelga y no pagan los alquileres, que no paraban de subir. Y consiguieron detener el aumento. En 1909 hubo una represión tremenda, a manos del coronel Falcón, que realiza una matanza en la plaza del Congreso en un Primero de Mayo. Después viene la represión de la Semana Trágica, en 1919, y poco después las huelgas y la enorme represión de la Patagonia Rebelde, en el año 1921. En ese mismo año, y en 1922, se produce el fusilamiento de los acheros de los bosques de Quebracho en el Chaco santafecino.D.: Y a todo ese movimiento se le unen las ideas socialistas.
O. B.: El Partido Socialista es fundado acá por los alemanes, que formaron el Club Vorwärts. Ellos fueron los primeros que, en el año 1890, hacen la fiesta del Primero de Mayo. Y en esa fiesta van a hablar cinco representantes obreros, cada uno en su idioma, porque eran de distintos pueblos. Y el diario La Nación se va a burlar diciendo “No entendemos cómo pueden hacer un acto juntos si no se entienden cuando hablan”, en vez de alabar que, a pesar de que no se entendían, compartían el sentido obrero de que eran todos iguales y que hablaban cada uno en su idioma, porque no sabían castellano todavía.D.: Pero todas estas líneas quedan eclipsadas por el peronismo a partir del ‘43. ¿Cómo defines este movimiento de masas?
O. B.: Yo lo defino como un sistema político que cambió todo para no modificar absolutamente nada. Por supuesto trajo leyes obreras, como el estatuto del peón, que firmó Perón siendo secretario de Trabajo y Previsión, en la primera dictadura del ‘43 donde intervino él. Y trajo leyes obreras interesantes, pero no hubo ningún cambio real respecto al sistema, siguió siendo un sistema capitalista. Se enojan cuando digo todo esto, pero es una imitación del fascismo italiano, sin que Perón cayera en los errores del fascismo italiano. Porque ya cuando en las primeras elecciones es elegido presidente no necesita ninguna dictadura, aunque siempre va a ser un Gobierno muy personalista. La ideología es la siguiente: mantener el sistema capitalista, pero darle más protagonismo a los trabajadores. Y Perón no cae en el error de Hitler, que empieza con el racismo y luego le declara la guerra a todo el mundo. Perón no cae en ese error, pese a que algunos dirigentes peronistas eran muy racistas con los judíos. El de Perón y Evita fue un Gobierno en el que el trabajador pasó a tener un papel protagónico, pero siguen existiendo siempre las villas miseria, la pobreza. No se logró erradicar eso.